BARANCA, RD.— En la tarde de hoy, domingo 8 de septiembre de 2024, la comunidad de Barranca, en el municipio de Tamayo, provincia Bahoruco, ha sido sacudida por una dolorosa tragedia. Dos menores de edad, identificados como Roinel Dotel Matos, de 6 años, y Mañango Dotel Lebrón, de 9 años, perdieron la vida tras ser arrastrados por las intensas corrientes del río Yaque del Sur.
El trágico incidente ocurrió alrededor de las 4:30 de la tarde, cuando los niños, que residían en el sector El Cacique de Tamayo, se encontraban en la orilla del río para disfrutar de un baño. Según informes preliminares, los menores estaban de visita en la sección Barranca del municipio de Tamayo, aparentemente acompañados por un familiar cercano conocido como "Neno". Las condiciones del río, exacerbadas por las recientes lluvias, crearon un entorno extremadamente peligroso, lo que llevó a la tragedia.
Las autoridades locales, incluyendo miembros del Departamento de Investigaciones Criminales (Dicrim) y otras unidades de emergencia, se encuentran en el lugar realizando las labores de búsqueda y rescate. Hasta el momento, los cuerpos de los menores no han sido encontrados, y las autoridades continúan trabajando arduamente para localizarlos y entender mejor las circunstancias del accidente.
El dolor y la consternación han invadido a la comunidad de Tamayo, que se une en el luto por la pérdida de estas dos jóvenes vidas. Las autoridades locales y las organizaciones comunitarias han ofrecido su apoyo a la familia afectada y están coordinando esfuerzos para brindarles asistencia en este difícil momento.
Este trágico evento deja en evidencia la importancia de la vigilancia constante y el cuidado de los niños, especialmente en zonas cercanas a cuerpos de agua. Los padres, madres y tutores deben estar siempre atentos a las condiciones del entorno y asegurarse de que sus hijos estén bajo una supervisión estricta. Es crucial educar a los menores sobre los riesgos asociados con el agua, especialmente en épocas de lluvia que pueden aumentar el caudal y la peligrosidad de los ríos y arroyos. Además, se recomienda evitar que los niños jueguen cerca de corrientes de agua sin la debida supervisión de un adulto capacitado. La seguridad de los menores debe ser siempre la prioridad para prevenir tragedias similares en el futuro.
Por: Deivy Pérez
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