De
hecho, era común que el ministro Administrativo de la Presidencia, José
Ramón Peralta, diera a conocer resultados de encuestas que hablaban de
la alta popularidad de Medina, lo que ha variado para este periodo.
Hasta
ahora, Medina ha dado cátedras de sagacidad política y no puede
subestimarse su capacidad de que salga airoso de las pruebas de ahora
como lo hizo en el pasado con casos como la sentencia 168/13 que
prácticamente dividió al país y en temas como la litis por Bahía de las
Águilas y el caso de Loma Miranda que se exigía que fuera declarado
parque nacional.
El
principal problema de Medina en estas circunstancias es como satisfacer
las demandas de justicia del contagioso movimiento “Fin de la
Impunidad”, que aglutina personas de clase media y organizaciones
sociales apartidistas y que basan sus exigencias en el escándalo de
corrupción internacional de Odebrecht, que estalló en Brasil y ha tenido
efectos en casi todos los países de América Latina.
Según
las confesiones de Odebrecht, lo sobornos que hizo en el país a cambio
de obtener obras abarcan el periodo desde el 2001 hasta el 2014, es
decir, los gobiernos del PLD incluidos dos años de la gestión de Medina.
Aunque
Medina en el periodo anterior pudo librar con éxito las batallas que le
generaron presión, no menos cierto es que contó con una serie de
factores que ahora no están en el escenario. Por ejemplo, la oposición
política estuvo dividida por la crisis interna del Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), pero ahora está unificada, y Luis
Abinader, excandidato presidencial del PRM, se ha convertido “en una
piedra en el zapato” que molesta cada vez más al gobierno.
Además,
en el periodo anterior todos los golpes de críticas los recibió el
expresidente Leonel Fernández, lo que ha cambiado en el escenario actual
que la oposición tanto de los partidos políticos como de organizaciones
sociales y de la sociedad civil han apuntado directamente al
gobernante, por lo que la oposición con relación a la figura de Medina
pasó de los elogios a los vituperios.
Pero
también, en el Partido de la Liberación Dominicana el gobernante
enfrenta niveles de descontento, específicamente entre los seguidores
del leonelismo que tienen el temor de que pueda volver a modificar la
Constitución para una segunda reelección, y el rencor que guardan del
pasado proceso electoral por el maltrato que entienden fue víctima
Fernández para Medina imponerse.
Hay
que agregar que en el peledeísmo hay disgusto porque entienden que el
gobierno de Medina se ha alejado de la organización, y es frecuente
escuchar entre los dirigentes que el PLD no está en el Palacio Nacional.
Del Comité Político en la casa de gobierno solo hay tres miembros, el
propio presidente Medina, la vicepresidenta Margarita Cedeño de
Fernández y el asistente personal de Medina, Carlos Pared Pérez. La
amplia participación en el gobierno de la sociedad que en el pasado
fueron fuertes críticos del ahora partido oficialista, es otro tema que
tiene descontento a los peledeístas.
Medina baja en las encuestas
Las
encuestas ya hablan de una baja en la aceptación del gobernante. La
encuesta Gallup publicada el 7 de febrero de este año señala que la
aceptación del gobernante es de 52%, 12 puntos menos que en abril del
2016, cuando su popularidad era de 64%, según esa misma firma de
investigación.
Otra
encuestadora que habla de la baja que ha sufrido el gobernante en sus
niveles de aceptación es la Cid Latinoamericana que mide el nivel de
aceptación de los presidentes de la región. En un estudio publicado el 3
de febrero de este año, esa firma señala que Medina está en el quinto
puesto entre los presidentes latinoamericanos que fueron medidos con un
nivel de aceptación de 50%. En abril del 2013, un año después de la
primera gestión de Medina, la encuestadora Mitofsky, que también mide la
aceptación de los presidentes de América Latina, colocó el nivel de
aceptación del gobernante en 89%. En el 2014, la encuesta Gallup publicó
los resultados de un estudio el 21 de mayo, que decía que el nivel de
aceptación del gobernante era de 89% sin importar la filiación política
de los encuestados. En febrero de ese mismo año, esa firma le dio 87% de
popularidad.
Politólogo dice si Medina no actúa saldrá afectado
0 Comments:
Publicar un comentario